A veces me sorprende ver a gente que no sabe expresarse o a la que hay que leer dos o tres veces para entender lo que quiere decir.
Lo estoy notando desde hace tiempo en las redes sociales.
De repente, gente que jamás escribía en su día a día se mete a Facebook o a Twitter y tiene que comunicarse a través de la escritura. Y es un desastre.
Da igual la edad, el género, la ocupación… Se nota cuando alguien se intenta expresar por escrito sin tener costumbre.
Ya no me refiero a las faltas de ortografía, ese es otro tema, sino a la hora de generar un texto, o incluso una sola frase, que tenga cierta coherencia.
No saben.
No saben plasmar sus razonamientos por escrito para hacerse entender.
Por eso hay tantos malentendidos y peleas 🤷🏻♀️

📋 No lo digo yo, lo dice la ciencia
Hace unas semanas llegó a mis manos el documento titulado «Importance of Writing Skill to Develop Students’ Communication Skill»*, que se centra en la importancia de las habilidades de escritura para mejorar las habilidades de comunicación de los estudiantes, especialmente para aquellos que están aprendiendo inglés como segundo idioma (ELL, por sus siglas en inglés).
Creo que las conclusiones del estudio son perfectamente válidas también para quienes se expresan en su propio idioma.
Las habilidades de comunicación no solo te sirven para hacerte entender en Facebook, sino para moverte en el mundo profesional.
No hace falta que tu trabajo esté relacionado con la escritura: en el momento en el que debes escribir un email ya estás dejando una huella.
He visto a personas con cargos importantes en ayuntamientos enviando correos infames que, además, han llevado a malentendidos y errores.
He visto dueños de empresas escribiendo cartas de recomendación con un nivel tan básico que parecían escritas por niños.
Y he visto trabajadores perdidos en bucles infinitos porque no han sabido expresarse por escrito a la hora de comunicar un problema laboral.
✍🏻 Escribe, lo que sea, pero escribe
Cuanto más lo hagas, mejor lo harás y más sencillo te resultará expresarte.
No hace falta ni que lo publiques si no quieres.
Algo tan tonto como tener un pequeño diario, ya sea en una libreta o en un Word o donde quieras, ya te ayudará cada día a ordenar tus ideas para comunicarlas por escrito.
Y lo notarás cuando tengas que escribir un email para resolver algún problema en el trabajo o con la Administración Pública, por ejemplo.
Hacerse entender es básico para comunicarse con los demás
El resto es arrojar palabras al papel (o a la pantalla) y esperar que la gente sepa qué queremos decir.
* Bora, P. (2023). Importance of Writing Skill to Develop Students’ Communication Skill. Journal for Research Scholars and Professionals of English Language Teaching, 7(35). https://doi.org/10.54850/jrspelt.7.35.009
Es muy acertado todo lo que dices.
Todos los días vemos a más gente en las redes sociales intentando expresar opiniones y haciendo comentarios, que muchas veces no son lo suficientemente claros ni entendibles.
El problema de la mala ortografías es otra cosa, como muy bien indicas. Va mucho más allá de conocer de signos de puntuación y de gramática.
Todos tenemos alguno de los tipos de inteligencia que hasta el momento se han descubierto, (creo que por lo menos son ocho), por consiguiente nadie es tonto, porque más de alguna tarea, oficio, área del conocimiento, profesión o trabajo, puede realizar mejor que otras personas.
Sin embargo la facilidad de expresarnos mediante la palabra verbal o escrita, no es algo que se le dé a todo el mundo y no estoy seguro a cuál de los tipos de inteligencia pertenece ese habilidad.
¿Pero entonces a que se debe que algunas personas puedan expresarse con mayor facilidad que otros?
Sin ser un experto en el tema, me atrevería a plantear algunas posibles respuestas:
-El amor por la escritura ya se trae desde niño.
-Escribir bien va muy asociado con el amor por la lectura, una persona que no sabe expresarse adecuadamente, tampoco es un asiduo lector.
-Como todo en la vida, la práctica hace al maestro, mientras más escribimos, mejor lo hacemos y cada vez nos sentimos más empoderados al respecto.
El pensamiento crítico entendido como la capacidad de analizar información, evaluar evidencia y formar juicios objetivos, imparciales y bien fundamentados, no es algo que se de a todo el mundo por el simple hecho de poder pensar o de haber aprendido a leer y escribir.
Requiere poseer las habilidades de analizar y evaluar con objetividad, sentido común y lógica, para identificar problemas y generar soluciones.
Existen millones de personas en el mundo que son analfabetas funcionales, saben leer y escribir pero no ejercen.
Muchas personas lamentablemente no tuvieron la oportunidad de recibir una educación formal, más allá de la escuela primaria, lo cual es una gran desventaja a la hora de querer contar con ese pensamiento crítico, que muchas veces sólo la da la formación superior.
Tambien es cierto que hay personas autodidáctas que se han formado por su propia cuenta y tienen un muy buen nivel de comunicación verbal o escrita, pero de nuevo han leído mucho y se han preocupado por mantenerse escribiendo.
No basta simplemente con tener el deseo de expresarse y ponerse a escribir, discutir, dialogar, ni mucho menos debatir respetuosamente acerca de algún tema, si no se cuenta con alguna formación, estudio, escolaridad o preparación propia previa.
Considero que se debe tener amor y pasión por escribir, confianza en sí mismo de poder expresarse con cierta facilidad y humildad para reconocer que somos eternos aprendices, dispuestos siempre a aprender de los mejores.
Más allá de la falta de educación formal, millones de personas en el mundo se han dejado atrapar por el materialismo, el consumismo, la superficialidad y las apariencias, descuidando las partes intelectual y espiritual, enfocándose únicamente en el culto al cuerpo, sin importarles la formación académica, el estudio, la educación, la tecnificación, etc., todo lo cual requiere poner en práctica el arte de la lectura.
Y finalmente, para aquellos que tenemos la convicción de que hemos tenido otras vidas y que como almas eternas hemos habitado en otros cuerpos físicos, con diferentes personalidades, lugares y tiempos, el amor por escribir no empezó en esta vida, hemos hecho probablemente intentos anteriores en otras existencias y en cada nueva experiencia en la carne, vamos puliendo esas habilidades que nacieron hace tal vez muchos siglos en alguna época lejana y que de nuevo afloran para seguir construyendo ese escritor consagrado que algún día seremos.
Gracias por darme la oportunidad de comentar tu post, espero haberme hecho entender!